Por Washington Cabello
(HONOLULU, Hawaii, Estados Unidos).- El volcán Kilauea, que inició su mayor erupción el pasado día 3 de mayo, tras varios días de terremotos de alrededor de 5,0 grados en la escala de Richter, no ha costado la vida de ningún ser humano, si daños materiales muy considerables.
No obstante los cientificos advierten sobre probable aumento de sus expulsiones de lava y las autoridades alertan por los gases tóxicos.
Tras la erupción de mayo hasta la fecha en la Isla Grande, con más de 20 grietas de las que brotan ríos de lava, ha generado que el territorio aumente.
El Kilauea, ha ocasionado alrededor de 300 sismos, tras un terremoto de magnitud 6,9, el más potente de los registrados en Hawái en más de 40 años y luego otro el 5 de junio de 5,5, en la escala de Richter.
El portavoz del condado Hawái, Janet Snyder, informó que fueron evacuadas de cerca de mil 700 personas, residentes en las comunidades de Lanipuna Gardens y Leilani Estates, que no han podido regresar a sus hogares.
Asimismo la lava evaporó un lago completo, que tras las erupciones explosivas sus paredes colapsaron, como podemos observar en las imágenes del siguiente vídeo difundidas por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El volcán Kilauea ha disparado chorros de lava a más de 61 metros de altura. Ha destruido decenas de casas en la subdivisión Leilani Estates del distrito de Puna, donde la roca fundida, los gases tóxicos y el vapor han estado saliendo desde chimeneas en el suelo creadas por el volcán. Estas chimeneas expulsan gas sulfúrico, un peligro adicional para las vías respiratorias de las personas.
Algunas de las personas evacuadas han expresado:
Tesha Mirah Montoya, de 45 años, dijo que la amenaza de los gases tóxicos no fue suficiente para hacer que su familia evacuara, pero los sismos los hicieron cambiar de opinión e irse.
«El terremoto fue lo que nos hizo echar a correr y empezar a arrojar los cobayos y los conejos al automóvil. Tesha Mirah Montoya», dijo.
Este, su esposa e hija no podran regresar a su casa octagonal de tres niveles que construyeron hace casi 20 años en un lote en la selva.
«Es bueno ver mis guineas y conejos otra vez. Los estoy recogiendo desde el lugar de acogida para dar a una casa permanente ya que no voy a poder ir nunca a casa, a mi granja», escribió en su red de Facebbok.
Mientras que Todd Corrigan, que junto con su esposa dejó su vivienda en Leilani Estates, dijo «No tengo ni idea de cuándo podremos regresar”.
Estos pasaron la noche en la playa dentro de su auto y han empezado a buscar una casa en alquiler.